Si hay una razón por la cual hablo sobre este invento es porque se trata de un producto realmente original, que probablemente jamás logremos verlo en el mercado europeo pues es uno de esos prototipos que nacen en el seno del diseño creativo.
Bien, hablamos de Flow, un grifo fuera de lo común que ha tomado inspiración del diseño zen. En lugar de una manivela que permite abrir el flujo de agua la esencia de este grifo es una pequeña piedra oscura que debe ser colocada sobre un pedazo de tela para que, en forma automática y como por arte de magia, active un sistema y el agua comience a correr.
La piedra mágica también sirve para controlar la temperatura del agua. Sólo hay que moverla hacia un lado o el otro para transformar el agua fría en caliente y viceversa. Para cerrar el grifo, hay que repetir el proceso, es decir que sólo hay que volver a situar la piedra por fuera del pedazo de tela.
La idea es realmente innovadora, eso sí, mejor no perder la piedra de vista!!!
Vía: Nadeen Haidary