Al igual que nunca llueve a gusto de todos, la temperatura ideal de la ducha nunca coincide, seamos adultos o jóvenes, nunca coincidimos.
Con los nuevos grifos que nos permiten ajustar la temperatura a nuestro gusto se ha solucionado parte del problema de girar ligeramente un milímetro y que cambie drásticamente a altas o bajas temperaturas con las consiguientes molestias que eso produce en la piel y en el estado de animo, por ello es aconsejable la instalación de dicho grifo.
Mucha suerte en la próxima ducha, fria o caliente.