La sauna se está convirtiendo en un bien cada vez más comun en el hogar. No tan sorprendente que muchos centros de belleza y gimnasios, también han adoptado el uso de las saunas. Sin embargo, una sauna no existe sin un calentador de sauna. El «calor» potencial es altamente dependiente del calentador de sauna que decides tener. La sauna ha recorrido un largo camino desde sus primeros días en las nieves de Finlandia!

Muchas personas encuentran que una sauna es el lugar perfecto para relajarse después de un largo día. Seamos realistas, en la actualidad, todos son «largos días»!. Todo el mundo se está dando cuenta de los beneficios de una sauna. Si eso te incluye a ti en este momento, estás probablemente en busca de un calentador de sauna que satisfaga tus necesidades, tanto en la función como en el precio.

Sin embargo, ademas de gran estilo y lo que constituye la principal característica de su sauna, el calentador proporciona las altas temperaturas y humedad para el medio ambiente. Si deseas asegurarte de que tu elección sea la correcta, tendrás que evaluar los diferentes tipos de calefactores de sauna disponibles.

El tipo más básico de los calefactores son los que dependen de la madera, gas o petróleo. Su función es simple: se quema el combustible, calentando el agua para producir vapor. Debido a su uso de un recurso caro, el gas y los calentadores de petróleo no son tan populares hoy en día. Asimismo, cabe señalar, el espacio que requieren para una ventilación especial al expulsar los humos tóxicos, en comparación con los calentadores eléctricos. La madera sigue siendo el material más popular

Actualmante está muy popularizado el calentador de sauna de infrarrojos utilizando ondas de infrarrojos para calentar el ambiente de sauna. Una de las principales ventajas de estas unidades es que se han reducido significativamente las necesidades de energía, sin dejar de proporcionar una amplia gama de beneficios para la salud.

¿Cuál es el «tipo correcto» de calentador para tu casa? Es mucho más una cuestión de elección personal. Todos ellos, más o menos, lograr la misma cosa. Esencialmente, se reduce a si se prefiere el calor seco o calor de vapor. Habrá que valorar la disponibilidad y la eficiencia energética como los principales factores de decisión. En última instancia, es simplemente una cuestión de cualquiera de los factores que más valoramos.

Fotos: Saunapool