En la actualidad existen numerosas opciones que facilitan una reforma y que evitan la necesidad de recurrir a las molestas obras, que empantanan la casa durante semanas. Para evitar esto último hay que saber actuar.
Planificar el proyecto, es necesario planificar el proyecto con antelación para que se ajuste perfectamente a nuestras necesidades. En caso de que lo que tengamos en mente hacer supere nuestra capacidad para llevarlo a cabo, es recomendable pedir ayuda a un profesional. Asegúrate de pedir un presupuesto detallado a tu profesionales antes de comenzar y así poder comparar precios.

Aunque puede parecer que la contratación de un experto encarecerá la reforma, su asesoramiento puede ahorrarnos dinero. Cambiar los accesorios, es la manera más fácil y económica de dar un mejor aspecto a nuestro baño. Simplemente añadiendo nuevos accesorios (desde el portacepillos hasta los colgadores de toallas), alfombras o cortinas, podremos darle una imagen diferente a este espacio.
Cambiar los sanitarios, los sanitarios son la parte más importante del baño, por lo que, si no están en las condiciones adecuadas y disponemos de poco dinero, es mejor invertir en su renovación. Si el lavabo no está roto ni en mal estado, una buena solución puede ser cambiar simplemente la grifería. En el caso del inodoro, se puede cambiar la tapa por una más moderna.
Revestimientos, es posible realizar la renovación del suelo sin necesidad de obras, basta con utilizar una pintura especial o revestimientos que se colocan fácilmente encima de las baldosas e imitan casi cualquier material.
Dos fuentes de luz, en el cuarto de baño es recomendable combinar dos fuentes de luz: alumbrados directos para el espejo y un alumbrado indirecto para el resto. Además, para conseguir una mayor luminosidad y sensación de amplitud, podemos fijar varios espejos en las paredes.