Esa extraña relación entre el cuarto de baño y los niños, esos pequeños que además de cambiar nuestra vida con un solo día entre nosotros, de revolver nuestro mundo con solo saber que van a llegar en unos 8 o 9 meses aproximadamente, «esos locos bajitos» como los llamaban en un programa de televisión, como si estos hechos no fueran suficientes demostración de que los querremos con locura durante toda su vida porque forman parte de nosotros; además de todo lo dicho, nos tienen que llamar la atención constantemente, y la mejor forma de que estemos atentos a ellos es que les de por utilizar el inodoro de cubo de basura, echando todo lo que les place y lo que se encuentran en el camino, a veces sus juguetes, a veces un papel que se han encontrado en el salón, otras veces algo insignificante hasta que encuentran el móvil de papa o mama, ese aparato maligno para ellos porque entretiene a sus padres sin que le presten la mínima atención, ese momento para ellos debe de ser muy satisfactorio hasta que vean nuestra cara cuando lo vemos flotando en el fondo del inodoro.
Trataremos de secarlo rápidamente, como si tuviéramos poderes para devolverle la vida a ese aparatito que nos roba tanto tiempo, después pasaremos por meterlo en el arroz durante uno o dos días, confiando en que volverá a la vida, a quien no le ha pasado alguna vez??.
Por este motivo os queríamos recordar que estáis muy pendientes de los más pequeños de la casa, «porque más vale prevenir que secar el móvil»
