Geometría de inspiración años 60 y altas dosis de la vanguardia decorativa propia de la segunda mitad del siglo XX. Todas estas notas forman parte del Espacio Hager que ha decorado Miriam Alía. Un baño en blancos, rosas y tonos empolvados cuyas texturas y materiales son toda una inyección de buenas vibraciones. Un rincón que tiene la personalidad y el dinamismo propios de la arquitectura de las Bauhaus, así como ciertas notas personales de la obra de Mies Van der Rohe. De la mezcla resulta un lugar «apto para viajar en el tiempo», como asegura la interiorista, donde el diseño transgresor de aquella época posee tintes propios del lujo y el glamour hollywoodienses no termina de abandonarnos nunca, ni queremos que lo haga, lo tenemos totalmente claro, que siga surgiendo el glamour de antaño en los baños.