La razón de ser de la cerámica, así como su importancia económica, se basan en el hecho de que la cocción de la pasta previamente moldeadas provoca una modificación fundamental en sus propiedades, dando lugar a un material duro de consistencia pétrea e inalterabilidad de forma, elevándose su dureza y resistencia mecánica, resistente al agua y a los productos químicos y que posee, además, características excelentes y muy diversificadas.

La cocción de los productos cerámicos constituye, en consecuencia, la etapa más importante del proceso de fabricación.
En esta fase se pone de manifiesto si las operaciones o etapas de fabricación anteriores se han desarrollado convenientemente y si el producto cocido ha adquirido las propiedades y características deseadas fijadas por las normas.
Por ello es tan importante un exhaustivo control sobre los procesos que se tienen que llevar a cabo.