Solicita un presupuesto cerrado y por escrito para evitar sorpresas. En todo presupuesto debe aparecer la fecha de inicio y finalización de los trabajos, indemnización en caso de que se retrasen las obras, el periodo de validez de la oferta, las condiciones de pago y los datos de identificación de la empresa contratada. Comprueba si los materiales están incluidos o no. En caso de estar incluidos es muy importante que se detalle la cantidad, la calidad, el precio y el transporte de dichos materiales.
Una vez aceptado y firmado el presupuesto se convierte en contrato cerrado y por tanto, sin posibles cambios ni sorpresas de conceptos añadidos a última hora. El cambio de las condiciones sólo será posible si ambas partes están de acuerdo y debe hacerse por escrito.
En caso de no aceptar el presupuesto, te pueden cobrar por el tiempo que ha llevado su elaboración, pero sólo si previamente te han informado de ello. DUCHAMANÍA siempre te realiza un presupuesto gratuito.
Desconfía de presupuestos excesivamente bajos. Contratar un “manitas muy económico” puede parecer muy rentable a primera vista pero cuando surjan los problemas te resultara muy difícil poder reclamar a una empresa que no existe o no esta dada de alta.
Cuenta con profesionales que puedan resolver cualquier imprevisto. Quizás necesitas tirar un tabique, ampliar la potencia eléctrica, bajar un techo, modificar el tamaño de una ventana y te surgirán mil preguntas: «¿Podré hacerlo?» «¿Necesitare el consentimiento de los vecinos?» «¿Cuanto me va a costar?». En la realización del presupuesto podemos contemplar todos los imprevistos, DUCHAMANÍA va a visitar tu baño.
Tanto los materiales como la mano de obra cuentan con una garantía de dos años y cumplen con las normativas de seguridad y calidad vigentes.