La gama de platos de ducha existentes en el mercado es amplísima, se ajusta a todos los espacios y abarca una gran variedad de precios.
• Entre los materiales más comunes que puedes encontrar destacan las porcelana, acrílicos y resina.
• Los más recomendables son los acrílico por ser un material antideslizante compuesto de fibra de vidrio reforzado en algunos casos por un tablero de DM o de acero, tienen menos altura, se fabrican en una gran variedad de medidas y son ligeros.
• Los últimos en salir al mercado son los de resina o de carga mineral, las ventajas que tiene es que se fabrican a cualquier medida, se pueden cortar en la misma obra y elegir cualquier color de la carta RAL y están compuestos por marmolina, cuarzo y sílice, esta combinación hace que ofrezcan una gran resistencia.
• Respecto a las medidas, los hay a partir de 70x70cm, en el caso de los cuadrados; rectangulares que van de los 70 a 220 cm de largo; y los semicirculares desde 75×75 cm.
• Tradicionalmente, el grosor solía ser de unos 12 cm. Las nuevas tendencias apuntan a modelos planos de 5 cm, extraplanos de 3 cm y en algunos casos la posibilidad de encastrarlos a ras del suelo.
• La mejor ubicación del plato de ducha en el baño es instalarla en la zona más luminosa, para conseguir un ambiente que invite a la relajación, de todos modos dependerá de las características de cada baño.
• El desagüe del plato de ducha puede estar en el centro o en uno de los lados, lo importante es que haya la suficiente inclinación que facilite el recorrido del agua hacia las tuberías.
• Para resolver el tema de los desagües, a veces puede ser conveniente levantar un minimo escalón y situar sobre éste el plato de ducha.
• Para la limpieza periódica del plato de ducha no es conveniente utilizar productos abrasivos que puedan dañar las tuberías o el mismo plato de ducha.
Duchamanía recomienda el plato de ducha rectangular, con superficie antideslizante que aprovecha muy bien los metros y permite crear una ducha espaciosa.