El estilo japandi nace de la fusión entre el concepto zen de la cultura japonesa y por otro lado, la calidez del estilo escandinavo. El término procede de dos palabras inglesas (Japan + Scandinavian). ¿Habías oído hablar de él? Si no es así, quédate porque te lo vamos a contar.
Esta mezcla de aspectos estéticos de ambas culturas da como resultado espacios donde la calma es la absoluta protagonista y sin duda, una de las estancias donde necesitamos esa tranquilidad, es el baño.
Por otro lado (y partiendo de la filosofía wabi-sabi) este estilo encuentra la perfección en la imperfección, y es por eso que priman las piezas de artesanía y están muy presentes los elementos naturales, así como los tonos neutros y la luz.
El japandi busca elementos sencillos, de líneas limpias pero que sean funcionales. Amante de la madera poco trabajada, donde puede haber una pequeña explosión de color pero que no perturbe el resto de la armonía. En este estilo se huye de lo recargado y cada elemento tendrá una funcionalidad y las plantas estarán siempre presentes.
Las claves
Materiales: Se usan las maderas, linos, piedra, fibras naturales o cerámica y bambú.
Plantas: Como decíamos anteriormente, la presencia de las plantas de interior es imprescindible para conseguir este estilo. Podemos optar por un ficus o una enredadera, pero no se trata de tener un gran número de plantas sino dar un toque de frescura, sin más.
Colores: Usaremos un gama de colores neutros con bases en beige, blanco o gris y preferiblemente en tonos fríos pastel. Los colores oscuros están permitidos, pero siempre tomando como referencia la decoración de las casas japonesas más tradicionales. De hecho, podemos usar fuertes contrastes entre los diferentes tonos de los elementos, pero no olvides no salirte de la paleta de colores establecida anteriormente.
Amplitud: La fluidez del espacio es fundamental, y esto tiene que ver con el feng shui. Debemos evitar que haya elementos que obstaculicen el paso, siendo así el conjunto más cómodo a nivel funcional y visual.
Sencillez: Elimina todos aquellos elementos que sean superfluos; es decir, todos aquellos que no tengan una utilidad concreta. Se trata de conseguir un espacio donde menos sea más.
