Poner una mampara es siempre buena idea, ya que protege el resto del baño de salpicaduras indeseadas, conservándolo así durante más tiempo. Además embellecen el baño y su espacio se aprovecha mejor en comparación con el espacio que ocupa una bañera.

Lo primero en lo que has de fijarte es en el tamaño que deseas para tu plato de ducha. Una vez decidido, tendrás mil opciones donde elegir ya que hay una gran gama en el mercado. Pero eso sí, debes tener en cuenta la puerta o apertura y su situación, para elegir la que mejor se adapte al espacio de tu baño de manera que su entrada sea más cómoda y segura.

De esta manera, tenemos mamparas con apertura corredera, puerta abatible, plegable, basculante o panel fijo. Sea como fuere, tenemos que elegir una mampara hecha con materiales que nos ofrezcan calidad y durabilidad.