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Ayudas para la ducha

Dentro del plato de ducha, resulta muy práctico colocar un asiento para prevenir posibles caídas y facilitar el lavado. Es importante tener en cuenta las dimensiones interiores de la ducha, ya que, no sólo tiene que cabernos el asiento elegido, si no también, la persona sentada en él dentro de la ducha. Si ponemos una silla demasiado justa, puede que las piernas de la persona sobresalgan de la ducha.

Existe una amplia variedad de modelos de asientos de ducha: taburetes simples, con respaldo, con reposabrazos y asientos abatibles a la pared.

Cuando el problema de movilidad es grave, existen sillas de ducha con ruedas, vienen preparadas para sentar a la persona, por ejemplo desde la cama, y llevarla hasta el baño, meterla en la ducha (siempre que sea ducha enrasada al suelo) y lavarla sentada en la misma silla. Generalmente estas sillas sirven también para colocarlas encima del inodoro y así la persona, puede usar la taza sentada en su silla de ruedas sin tener que cambiarse de asiento.

Para dar un punto de apoyo dentro de bañera o ducha o para ayudar a levantarse del inodoro, hay distintos tipos de asideros: fijos a pared, abatibles o de sujeción por ventosa.

Los fijos a pared se utilizan en ducha y bañera y también cuando al lado del inodoro tenemos una pared.

Los de ventosa son los más novedosos, tienen como ventaja el poder llevarlos a cualquier sitio y no necesitar instalación. En caso de utilizarlos asegurarse de que son de buena calidad, de ellos dependerá el evitar una caída.

Si necesitas adaptar un baño para una mejor movilidad consultanos. Seguro que nuestros técnicos encuentran una solución a tus necesidades.

Reformas de baño

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