La mampara de baño es uno de los elementos que más se ensucia en el día a día. La cal, el jabón, la humedad y el uso continuado hacen que aparezcan marcas difíciles, zonas opacas o incluso moho en las juntas. Mantenerla limpia no solo mejora la estética del baño, sino que también ayuda a prolongar su vida útil. En Duchamanía, donde instalamos miles de mamparas cada año, sabemos qué funciona realmente y qué puede dañar los materiales. Aquí te ofrecemos una guía completa para limpiar tu mampara correctamente, ya sea de cristal, acrílica o con perfilería.

¿Por qué es importante limpiar bien la mampara?
Una mampara limpia no solo aporta higiene y luminosidad al baño, sino que evita acumulación de cal, pérdida de transparencia en el vidrio, aparición de moho en juntas y deterioro prematuro de la perfilería. Además, un baño con mampara limpia siempre parece más amplio y cuidado.
Una rutina de mantenimiento sencilla puede evitar la mayoría de estos problemas.
Truco clave: limpiar después de cada ducha
Aunque no siempre se hace, secar la mampara con una rasqueta de goma justo después de la ducha es el truco más eficaz para mantenerla impecable. Así se evita que el agua se evapore sobre el vidrio dejando restos de cal. Si no tienes rasqueta, puedes usar una toalla de microfibra o un paño suave.
Limpieza profunda según el tipo de mampara
Mamparas de cristal templado
Son las más comunes y resistentes. Para limpiarlas sin dañarlas, mezcla en un pulverizador una parte de vinagre blanco y una parte de agua caliente. Puedes añadir una gota de jabón neutro si lo deseas. Pulveriza la mezcla, deja actuar cinco minutos y aclara con agua tibia. Después, seca con un paño de microfibra.
No uses estropajos ni limpiadores abrasivos, ya que pueden rayar o desgastar el tratamiento antical del vidrio.
Mamparas acrílicas o de plástico
Son más delicadas que las de cristal, por lo que debes evitar productos corrosivos o ácidos. Lo ideal es limpiar con agua templada, jabón neutro y una microfibra suave. Para manchas persistentes, puedes usar una pasta suave de bicarbonato con agua, siempre sin apretar demasiado.
Perfiles y juntas
La perfilería, tanto de aluminio como de acero, suele acumular restos de jabón y humedad. Utiliza un cepillo de dientes suave con jabón neutro para limpiar rincones y zonas bajas. Aclara bien y seca para evitar oxidación o ennegrecimiento.
Si hay moho en las juntas de silicona, aplica una mezcla de bicarbonato con agua oxigenada, deja actuar diez minutos y aclara.
Si tu mampara tiene tratamiento antical
Muchas mamparas modernas incluyen un tratamiento repelente de cal. Para conservarlo en buen estado:
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Evita el uso frecuente de vinagre o ácidos.
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No utilices estropajos ni productos abrasivos.
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Limpia solo con agua caliente y jabón neutro.
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Seca después de cada ducha.
El tratamiento no es permanente, pero con estos cuidados durará mucho más tiempo.
Limpieza profunda mensual
Una vez al mes conviene realizar una limpieza más completa:
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Desmonta las gomas si tu modelo lo permite.
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Limpia las guías y perfiles a fondo.
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Usa un limpiacristales específico para mamparas.
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Revisa el estado de la silicona.
Este mantenimiento evita malos olores, moho y acumulaciones difíciles de retirar.
Trucos extra profesionales
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Un truco para evitar el vaho es aplicar suavizante muy diluido.
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Para combatir olores en perfiles, usa agua con unas gotas de aceite esencial antibacteriano.
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Para aportar brillo, una microfibra seca al final es suficiente.
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No uses nunca lejía, antigrasas de cocina ni estropajos duros.
La mampara es uno de los elementos más visibles del baño, y mantenerla limpia marca una gran diferencia en el aspecto general del espacio. Con una rutina sencilla, los productos adecuados y una limpieza profunda ocasional, puedes conservarla como nueva durante años.
Y si tu mampara ya está deteriorada o buscas una más moderna, en Duchamanía te asesoramos para elegir la opción perfecta e instalarla con profesionales especializados.
